sábado, 29 de mayo de 2021

La odisea, una obra de literatura bellísima



La odisea, una obra de literatura bellísima

Rapsodia Primera

El primer concilio de los dioses

(Brevedades)

La historia a la que nos vamos a referir ahora, es la del divino Odiseo, quien sobresalía entre todos los hombres por su astucia y su gran habilidad para idear ardides.

Háblame musa: Empieza Homero para referirse a la diosa de la inspiración, atraves de lo cual comienza a relatar todas las grandes peripecias que este gran varón tuvo que enfrentar de regreso a Ítaca, su patria querida a la cual , no pudo retornar hasta después de mucho tiempo ; habiendo perdido a todos sus compañeros , a quienes deseaba restituir a su patria; pero que debido a la insensatez de estos, que se comieron las vacas del sol y ya estaban advertidos ; el cual enfurecido , no les permitió que les llegara el día del regreso. ¡Oh Si! Tantas penalidades tuvo que pasar el divinal Odiseo, que ni aún después de retornar a su casa, le era menester que se le menguaran por la voluntad de los dioses.

Tenía Odiseo un hermoso hijo varón, nacido del mutuo amor con su esposa; semejante a los dioses por su gran porte y belleza y a quien él había dejado, siendo muy pequeño, junto con su hermosa mujer Penélope, quien siempre le había esperado, siendo fiel a la promesa de amarse siempre. Ambos atravesaban una muy difícil situación; a su regreso, encontraría una serie de problemas, de penalidades a causa de unos jóvenes pretendientes, varones insensatos , oprobiosos y malvados, desagradables a más no poder ;aún para los ojos de los dioses alados y sempiternos; eran hombres supremamente ambiciosos, que no teniendo ningún otro pretexto, que el de pretender a la divina Penélope, la fiel esposa de Odiseo ; para devorar como gallinazos los bienes y la fortuna de este y así poder gobernar en Ítaca ; festejaban y hacían y deshacían ; derrochando cada día en convites; devorando su comida en banquetas y fiestas inicuas; tirando por la borda lo que no les pertenecía ; sin que Telémaco , ni Penélope , ni los buenos criados, pudieran hacer nada ; y que tenían que miran con tanta impotencia semejantes desmanes, todos ellos añoraban el retorno de su señor ; para así poder hacer algo , para impedirles a estos bastardos, abusadores de la gran nada , que siguieran en su injustas acciones.

Pero entonces sucedió que hubo un grande concilio entre los dioses; los cuales por decisión de Zeus; gran rey de hombres y de inmortales; (esto según la mitología griega) planearon el regreso de este por fin a Ítaca.

Entre los dioses, sobresalía la diosa Palas Atenea, gran amante de la guerra, una heroína incondicional y quien le hizo bastante propicio, el camino a Odiseo, librándole de muchos peligros, ya probándolo aquí, ora allá; no dejo de asistirle y sobre todo cuando este estuvo en Ítaca y hasta le infundió un grande enojo en contra de los tales pretendientes, incitándole a urdir un plan para acabar con ellos; pues le excedían en bastante número; entonces ella se las ideó para transformarse en peregrino, visitando al hijo de Odiseo e infundiéndole muchísimo valor, para que fuera en busca de su padre y así este, cobrara mucho aprecio entre los hombres.

A grandes rasgos, quizá de manera muy precaria, doy un breve resumen de la rapsodia primera.

Nos deleita Homero atraves de las diferentes partes de este genial libro por la habilidad en la forma de esta escritura; nos va adentrando en este género Épico con tantísima gracia en los relatos; que tal parece, que de una una u otra manera; el lector se entra a vivir de lleno, junto con el divino Odiseo todas su desventuras; es tal la gracia de este escritor, que resalta la autenticidad con la que nos describe los grandes festines y banquetes que se ofrecían a los dioses; que nos parece estar allí mismo saboreando estos deliciosos agasajos y paisajes.

Hay grandes cualidades que no les sobraban a los griegos; no solo la habilidad para la guerra, sino también, entre otras cosas, ese espíritu hospitalario que tenían; que desarrollaron para con los peregrinos, para con los huéspedes de cualquier tipo, a quienes acogían generosamente, sin olvidar que los griegos fueron grandes atletas, tenían un gusto por el atletismo y tantas otras cosas; fueron cultivadores de la belleza y del desarrollo del cuerpo.

Fue Homero junto con Hesíodo los que primeramente le dieron cabida al mito, enmarcándolo dentro de la realidad misma, para buscar en este, el origen de la verdad; el ponto, el océano, en fin, a ellos se les debe la tradición del mito.

No olvidemos tampoco a los Eodos, grandes cantores del género Épico que endulzaban con sus cantos las desventuras o alegrías de los griegos.

La Odisea esa maravillosa obra literaria; de carácter Épico, que nos es grata, que nos es digna de saborearla y vivenciarla paso a paso, en cada uno de los episodios; no olvidemos que aún ahora los hombres, las mujeres, la humanidad tienen que atravesar grandes peripecias y los griegos nos dejaron grandes enseñanzas de las que podríamos sacar provecho, en el sentido más loable posible; aunque ahora ya el mito, no tenga tanto valor como tal y nosotros busquemos o nos identifiquemos con otras maneras de pensar; el mito en su tiempo tuvo un grande valor. La odisea es una obra tal, que merece que se le guarde en un lugar importante, tal es la forma en que esta nos recrea y no solo eso, esto nos debería llevar a reflexiones mayores; dando cabida a mejores Elubricaciones, en donde prime la honestidad, el respeto, ciertos valores. En fin.

Beatriz Elena Morales Elena © Copyright



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