viernes, 10 de febrero de 2012

EnSaYo



                                                                   ENsayo


Asignatura: Desarrollo afectivo  I

           Psicoanálisis  y el desarrollo de la conciencia

                                                             
     Introducción

“No concibo que sea posible dejar de reconocerlo. El psicoanálisis es una parte de la psicología. No es psicología médica en el sentido tradicional ni tampoco psicología de los procesos patológicos. Es psicología a secas; desde luego no toda la psicología; pero si su infraestructura quizá su mismo fundamento.”  Apéndice del libro  análisis profano de sigmun Freud.

Es menester recordar que a lo largo de la existencia humana tanto a nivel individual como colectivo, le esta demarcado un “destino" y obviamente ese destino esta ligado al proceso de la evolución humana en sus diferentes procesos, etapas o momentos históricos. De hecho gran parte de nuestros conocimientos pertenecen al pasado. Herencia y legado de una sabiduría arcaica. La palabra no debe estremecernos, ni llenarnos de temor; pues hemos de tener en cuenta que así como existe un tiempo histórico que pertenece a la evolución de los pueblos, que son las grandes colectividades; también existe un tiempo  a histórico  que pertenece a la psique  individual; un tiempo sin tiempo que perdura en lo más hondo de la conciencia y que por ende esta íntimamente ligado a los procesos de  individuación. Lo que permite que estos procesos se reaviven en el tiempo, es por supuesto la memoria. Es así entonces como el futuro y el presente se estrechan en la permanencia de un pasado (o si se quiere a la inversa, pasado y futuro); y el espirito absoluto de la especie despierta así a grandes constelaciones del saber que han sido depositadas en la memoria. Podríamos decir entonces que la memoria  es la presencia permanente de aquello que es imperecedero. Lo imperecedero es la conciencia del ser del hombre que se manifiesta indistintamente trasformado a través del conocimiento. Así el  conocimiento pasa a ser parte de la conciencia y como tal es el dinamo de la especie que ha logrado desarrollar lo que podríamos llamar la autoconciencia.  Esto a su vez podría ser el resultado de la conciliación del  yo y del ello. Si embargo en nuestra cultura aparentemente civilizada  existen o subyacen  aún  bajo de diferentes disfraces  la primacía de instintos  prehistóricos  que siendo opresores  operan bajo una supuesta racionalidad.
El psicoanálisis  pretende estudiar todo posterior desarrollo del conocimiento  a través de las diferentes aréas  en que se es posible  aprehender al conocimiento mismo; la filosofía, la sociología etcétera. De allí se deduce  el interés del psicoanálisis por encontrar una explicación a la búsqueda de conocimientos en el hombre  y sus implicaciones en las diferentes formas de la cultura; el arte, la religión, el moral etcétera. Sin embargo el psicoanálisis no puede operar al modo de las ciencias exactas  que abarcan las repeticiones  y predicciones de la historia; más bien  el psicoanálisis actúa como un intérprete del inconsciente de  la humanidad, para ayudar a  entender en cierta medida el porque de ciertas actitudes generalizadas  o socializadas de ese mismo inconsciente colectivo.
Freud más que ser un científico rigoroso, pese a tener un sistema “cerrado”  de su ciencia fue un gran humanista  y su mayor interés era ayudar a desentrañar los conflictos humanos, para proporcionar un poco de alivio a  aquellas cosas que parecen ser el sino de la especie. Freud se propuso eso poniendo en movimiento el oráculo délfico que decía:” Conócete a ti mismo”
Ese conócete a ti mismo que de alguna manera nuestra cultura a intentado asumir  a través de la dureza del logos.  Las diversas  maneras  del conocer, se dan de diferentes formas y el psicoanálisis no es más que una de ellas.
El Bardo –Tho 0 Doi , que es una obra tibetana y que tiene un trasfondo religioso nos dice así:” La arqueología no puede ayudarnos a conocer lo que las culturas antiguas conocían como la muerte . Los mitos y cada relato que a ellos hace referencia pueden aportarnos datos, como se trasmitieron, una cierta historia sucedida en cierta  época. Volveremos a encontrar estos mitos, en su verdad  y en sus palabras, dentro de los eternos sueños de la humanidad. Estos sueños no son “pompas de jabón “como pretende hacernos creer un proverbio engañoso, sino que contiene la más profunda visión de nuestro ser, no en vano el psicoanálisis se vale de los sueños para curar el alma del hombre “
Cita extraída del libro tibetano  de los muertos o Bardo Thoi  o dai , página 23
Y en efecto uno de los más grandes  aportes del psicoanálisis ha sido precisamente el de poner en evidencia  el profundo significado de los sueños y dado que el lenguaje de los sueños se manifiesta en forma de imágenes y de símbolos requieren de un tratamiento diferente, al dado por las ciencias positivas  que consideran toda época anterior como perteneciente a una época de la humanidad  en la que esta se valía del relato y de los mitos como prehistórica a la ciencia misma. De hecho Freud expresó, mostro gran interés por los mitos griegos  para así, poder adentrarse en las profundidades de la psique humana.Nada de pensar entonces que los mitos pertenecen a una época menesterosa de la humanidad; por el contrario los mitos están llenos de simbolismos  de una gran significación  y quizás resulte atrevido decirlo, pero creo que la mente humana  aún  a través de aquellos procesos conscientes, en los que actúa bajo una aparente racionalidad, se mueve también bajo la forma de un mito.

La razón misma es un mito. Existe quizá un mecanismo más complicado que hace que la mente humana tanto a nivel consiente como inconsciente se exprese en forma de analogías y guarda en lo más recóndito de su memoria procesos y concepciones filosóficas que con el trascurrir del tiempo se van develando o suponen abstracciones de gran fuerza intelectiva .

Pero podríamos decir entonces que la psique humana conoce tanto a través del consciente como de aquello que llamamos el inconsciente  y la  diferencia radicaría  quizás en la forma o modo como ambos aprehenden la realidad misma.Los sueños son una continuidad de esta y que por supuesto percibimos a través de los sentidos ; pero de hecho no son solo una continuidad sino que todo ese mundo sumergido en lo más profundo tiene en su trasfondo un modo de expresarse y de ser, tan valido y real que podríamos decir que la realidad que exteriorizamos  en el mundo de las formas  o cuerpos ambientes son precisamente la continuidad de esos  sueños que operan en el inconsciente humano. Los sueños equilibran y armonizan  a su vez esas fuerzas; que en el lenguaje del psicoanálisis serian el yo y el ello. De hecho me atrevería a decir que incluso desde el vientre materno, el niño empieza a tener una actividad psíquica mucho más intensa de lo que alcanzaríamos a imaginar. Nada de raro tendría esto , ya que la sociedad de consumo nos vende  diariamente millones  y millones  de mensajes que se filtran a a  través  de nuestros canales sensores  que se van  infiltrando en  el inconsciente y este los va tomando  como supuestas verdades,  o conceptos o si se quiere ideas .
Allí entran la religión, la moral, la política etcétera. Esto por supuesto falsea la imagen autoconsciente que un individuo puede tener de si mismo en el trascurso de la existencia; es decir que existe una especie de regulación demasiado persuasiva y sutil que interviene en la vida psiquica y fisica de los individuos.                       

                                                                                   

La razón misma es un mito. Existe quizá un mecanismo más complicado que hace que la mente humana tanto a nivel consiente como inconsciente se exprese en forma de analogías y guarda en lo más recóndito de su memoria procesos y concepciones filosóficas que con el trascurrir del tiempo se van develando o suponen abstracciones de gran fuerza intelectiva .

Pero podríamos decir entonces que la psique humana conoce tanto a través consciente como de aquello que llamamos el inconsciente  y la  diferencia radicaría  quizás en la forma o modo como ambos aprehenden la realidad misma.  Los sueños son una continuidad de esta y que por supuesto percibimos a través de los sentidos ; pero de hecho no son solo una continuidad sino que todo ese mundo sumergido en lo más profundo tiene en su trasfondo un modo de expresarse y de ser, tan valido y real que podríamos decir que la realidad que exteriorizamos  en el mundo de las formas  o cuerpos ambientes son precisamente la continuidad de esos  sueños que operan en el inconsciente humano. Los sueños equilibran y armonizan  a su vez esas fuerzas; que en el lenguaje del psicoanálisis serian el yo y el ello .De hecho me atrevería a decir que incluso desde el vientre materno, el niño empieza a tener una actividad psíquica mucho más intensa de lo que alcanzaríamos a imaginar. Nada de raro tendría esto , ya que la sociedad de consumo nos vende  diariamente millones  y millones  de mensajes que se filtran a a  través  de nuestros canales sensores  que se van  infiltrando en  el inconsciente y este los va tomando  como supuestas verdades,  o conceptos o si se quiere ideas.

Allí entran la religión, la moral, la política etcétera. Esto por supuesto falsea la imagen autoconsciente que un individuo puede tener de si mismo en el trascurso de la existencia; es decir que existe una especie de regulación demasiado persuasiva y sutil que interviene en la vida psiquica, fisica de los individuos.






                                                            Beatriz Elena  Morales E

   Derecho de autor reservado,
evitese problemas mis escritos estan registrados en la unidad administrativa de ...
Mi profesor en ese entonces; Luis Hernàn Palcio Laverde


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