lunes, 10 de enero de 2022

Ensayo: acerca de la filosofía

 



Ensayo  acerca de la filosofía.

Un intento  breve, de hermenéutica o sea de interpretación. 

Cuadernos de borrador

 

“… Porque es cierto que llegar a ser interesante o tener una vida interesante, no es una labor que el arte industrial pueda resolver; es un privilegio funesto, que como todos los del espíritu, sol ose paga al precio de profundos dolores”

Kierkegaard

 

(Primera parte)

Asignatura: Arquetipos de la cultura

Acerca de la filosofía  

 

Hace ya milenios que la historia de la  filosofía   sentó las bases del pensamiento occidental; con la pregunta que interroga por el sentido del ser; y que vuelve a retomar de nuevo Martin Heidegger. ¿Qué es el ser en cuanto tal?  Pero que la metafísica al dirigir la mirada hacia los entes ha  perdido de vista el ser mismo, por lo cual Martin Heidegger hace un   llamado intentando transcender la metafísica… Se hace necesario escuchar la pregunta hecha por Parménides de Elea; y recogernos en el puro pensar de lo pensado para corresponder al don mismo….

 Pero este intento de desplazarnos de la ratio, de los entes al ser mismo y con miras a un posible futuro; que responda aquí y ahora, de los entes,  sin el olvido del ser, parece ser cosa imposible de lograr; máxime cuando occidente se ha empapado de una tecnología   que acrecienta el progreso de la humanidad, creando así  “Nuevos Mitos”   Son estos “Mitos Nuevos”  los que parecen desligarnos del pasado; y en tanto nos alejamos también de un camino ya trazado ; nuestras vidas se encuentran obnubiladas por el desenfreno y la locura de imitar imágenes que nos son dadas desde el exterior, condicionando así, la vida de muchos seres   “ a un deber ser” sacrificando así la individualidad en aras de una causa; la sociedad  y su  vana apariencia.

 Una causa estaría muy bien, si esta causa sirviera a su vez, de verdadero alimento a la individualidad de los seres. Entonces la causa social e individual;  no  estaría lejos,  la una de la otra.

La filosofía como actividad del espíritu  que impulsa  a la  humanidad es una causa real  y la naturaleza creadora  del humano,  se manifiesta  a atraves de la conciencia. Una sociedad verdaderamente enraizada,  es motivo a su vez,  de que sus miembros tengan los pies bien  puestos  sobre  la tierra.

 La filosofía ha nacido precisamente,  por una búsqueda del ser humano, en su afán de encontrarle a su existencia sobre el planeta, unas bases sólidas,   que garanticen su estadía sobre el planeta que pisa. 

 Y la filosofía no justifica,  una de las ramas una del pensamiento cognitivo de la humanidad; la bioenergética que sitúa,  al ser humano,  dentro  de la naturaleza; haciéndole recuperar  su animalitus; es decir que el ser humano es un animal más; pero es por excelencia la especie dominante. (Esto no es nuevo; viene con la teoría del evolucionismo de Darwin, que género a su vez el pensamiento de Marx, el cual desarrolló una filosofía en torno al ser humano como ser social, etcétera)   Dice: “El poder no nos ha dejado ver la realidad de nuestra existencia, vemos al mundo como algo sometido a  nuestra voluntad  y a nuestro esfuerzo consciente, olvidando por completo,  el hecho de que dependemos de esta tierra para nuestro bienestar y nuestra existencia, y hemos adoptado la misma actitud con respecto a nuestros cuerpos”

Según Alexander  Lowen,  el poder tiene sus  raíces en las creencias o en los dogmas y tienen mucho que ver con la experiencia histórica de la humanidad y por ende pertenece más al plano de lo  consciente, de lo que interroga por un  significado, y según también la falta de seguridad obliga  a aferrarse  a creencias…

Sin  embargo el tiempo ha demostrado que las  inseguridades en el ser humano, nada tienen que ver con las creencias o con los  dogmas;  el ser humano siempre se  sentirá inseguro, en frente a la grandeza de un ser,  que desconoce, y en frente a  la vida misma,  por cuanto tiene que enfrentar a  lo largo y ancho de su vida  un  cierto destino  y en frente,  a un universo que le parece desconocido, y  gigante;  aun cuando,  se han hecho algunas exploraciones. Como sea, se siente pequeño,  ante lo  desconocido.  Nada obliga al ser humano, a  aferrarse a algo, salvo lo que está en el mismo;  en el adentro.  

La lucha por el poder,  es el resultado de la perdida de la  seguridad,  de la humanidad en sí misma  y pertenece por ende a una falsa imagen de la humanidad, es algo externo, impersonal al individuo mismo. Pero la fe, es la posibilidad que tiene el individuo, ante la vida misma. Ella es puro sentimiento que expande por decirlo así, la energía que va de los pies a la cabeza equilibrando el centro. 

La pérdida de la fe; es la razón verdadera, de que la historia de la humanidad  desemboque en guerras y cuyo motivo es la lucha por el poder. El ansia de poder. Las civilizaciones declinan cuando pierden el sentimiento de la fe y no por el factor técnico; en todo caso el  declive es el desligamiento que se tiene con el pasado de un pueblo. A la pérdida de valores espirituales. Los pueblos, los individuos se derrumban. (El mundo griego es otro tema a tratar)

La lucha por el poder, por territorializar,  mina la capacidad creadora  de un pueblo, de los individuos; esto lo reconoce Lowen citando a; Arnol  Toynbee, lo cual significa que la lucha por el poder es  también la pérdida espiritual que se tiene con el cuerpo; es el resultado de un ego inflado… Este aspecto de Lowen resulta sumamente interesante y la filosofía  ha tenido su oponente en uno de los filósofos más oponentes hasta ahora, según  Friedrich Nietzsche: “La historia de occidente,  es una historia de desagrado, ya que en el momento que surge la metafísica en Grecia es un momento de decadencia de la vitalidad y el pueblo griego  se ha debilitado internamente y no se siente seguro en el mundo real”  Ya que ese mundo real ha sido suplantado según él por una fábula que empezó con  Platón… La cultura como él la ve, ha sido producto de una mente enferma; “Ellos”   desesperaron del cuerpo… Un cuerpo débil, crea así mismo una cultura débil.    

“Lo que Zaratustra quiere; esa especie de hombre  que concibe la realidad tal como ella es.

 Es suficientemente fuerte para hacerlo; no es una imagen de hombre extrañada, alejada de la realidad, es la realidad misma, encierra todavía en sí, todo lo terrible y problemático de esta, solo así puede el hombre tener grandeza…” 

Lo que Alexander Lowen nos propone sin embargo es una vuelta al pasado, un reconocimiento de que la conservación de los viejos valores es lo que puede mantener  en cierta forma el equilibrio de la especie; él nos dice: El hombre primitivo era en cierta forma como un niño, vivía en términos de su cuerpo, estaba profundamente inmerso en el presente y era muy sensible a  todos los matices del sentimiento. Su ego estaba aún identificado con su cuerpo y sus sentimientos”

De manera que todavía no se había dado esa disociación entre el ego y el cuerpo. A través del cuerpo el hombre primitivo se  autoesxpresaba; tenía el sentimiento, el alma regada por todo su  cuerpo. La vida misma estaba manifestada allí,  más que pensar en este momento, si el mundo de las ideas era la realidad suplantada al mundo del cuerpo; lo más importante es mirar como el mundo de la ideas puede hacerse tangible, en tanto es la idea misma el cuerpo danzando atraves de los siglos; en tanto ambos son la expresión de la vida  que contiene en si la multiplicidad y la unidad…

Y realmente aquello que separa al hombre del superhombre, esta solo a unos cuantos pasos, el secreto consiste en saber  descubrir cuál es el juego, pero el juego  no es el juego del poder, sino un escuchar la música,  expresión del alma  y manifestarla atraves del baile del cuerpo. Ser danzarín, se llega   a ser danzarín    y entonces se llega a descubrir que se es humano, demasiado humano y la divinidad se encierra,  en el vigor de la mano que aprieta el martillo sobre la madera y la mano que aferra también sobre sus dedos el lápiz, que fecunda y legisla mundos. 

Lowen ha sido claro en afirmar que la disociación entre el ego y el cuerpo  resultado de una negación    de la realidad ha dado pie para generar el pensamiento científico. La ciencia tiene un campo de objetos frente a si y asume una actitud objetiva y  teórica ciñéndose únicamente al ser de los objetos. La actitud del filósofo ha sido parecida a la  actitud el científico.

¿La filosofía es un saber solamente de lo objetivo? Digamos que el hombre, el ser humano como tal,  tiende   a establecer relaciones entre las cosas que ve; y la diferencia entre el mito y la filosofía se da precisamente en la fe…

(Aquí cabría desentrañar el tipo de relación  que podría o no,  existir entre la fe y el mito.)

La filosofía ha dudado siempre. El logos es la superación del mito más no de la fe.

Este paso del Logos al mito es el surgimiento de la m metafísica.

Todo pensamiento antes de ser,  es un impulso que podríamos llamar de energía e información y toda forma de conocer es válida siempre y cuando   exista una conciliación de las partes en discordia y la realidad del pensamiento  objetivo. No consiste solamente en tomar distancia del objeto y aprehenderlo   por el solo hecho de la experiencia. La realidad también consiste en saber que somos una continuidad de todo aquello que fue en el pasado yeso que fue en el pasado es lo que fluye en nuestras venas. Tal como lo piensa Lowen   el sentimiento de fe,  es la  realidad que fluye y   converge hacia una unidad de la  especie, la fe es para él la fuerza vital que fluye dentro de cada persona.

Pata la filosofía  lo  planteado por Lowen  puede llegar a convertirse en una antropología filosófica y a  la vez, en toda una mística del cuerpo; así  el mismo Lowen titubee ante esta última afirmación. Pero para mí,  ese no sería el problema fundamental, es sabido que cuando al medio día,  solemos mirar hacia arriba al sol,  que alumbra este con sus rayos nos enceguece y nos impide ver a veces con claridad, y para occidente el sol del mediodía está brillando   hace mucho tiempo, nublando nuestra vista y encandilando nuestra mirada, en tal forma que cuando miramos hacia los lados, las imágenes se traslucen en sombras oscuras   y quizá solo veamos el reflejo,  de aquello que en verdad es;  y lo que ha enceguecido, la mirada del hombre de occidente es   su  permanente fijación en lo aparente , mira solo el reflejo,  y lo que  de este  se desprende. Sus aspectos externos.  Lo aparente.  Es lo que creo.

Algo que podría encerrar muy bien el pensamiento de Lowen; sería el pensamiento de Kierkegaard,  y no para un aspecto,  sino para una mirada más amplia de lo planteado; aunque de diferente manera,  por ambos, cada una en su forma y contenido.

 Este pensamiento recoge algo de ello:

 “Si la importancia de la vida reside en un  aspecto externo, no tiene nada que decir, y todo lo que diga no es sino vana charla, por lo cual debilita,  únicamente debilita la impresión que da de sí mismo… Cuando  ese ceremonial trágico le ordena cumplir la  tarea  en silencio;   consiste ello en una acción o en un sentimiento”

Lo planteado por Lowen  tiene su validez, él intento situar al hombre, al ser humano en un espacio vital; espacio vital que se ha perdido precisamente cuando la humanidad quiso olvidarse de su pasado; y ese pasado está relacionado con  la concepción  mítica de la realidad; situar al ser humano  en la realidad, es enraizarlo en su medio, en su hábitat natural; ese hábitat natural del humano es la naturaleza; (que por cierto en estos tiempos ha sido tan golpeada) y en ese espacio,  la madre juega un papel muy importante …

Dado que el contacto del niño con la naturaleza,  es el contacto del niño con la madre, el  hecho de que un niño tenga una buena relación con la madre, facilita a su vez,  que los individuos de ambos sexos;  tengan  una mayor capacidad de ubicación en sus vidas…

Para él, esa ubicación dentro de lo  natural, es lo que puede ayudar a superar cualquier tipo de depresión  y el ser humano puede aprender a sentir de nuevo el placer que le produjo el contacto con la madre.  Lógicamente esto es válido para una relación más amplia, e incluso a otros niveles…

La cuestión es esta; la falta de ese contacto infantil  degenera en el adulto en forma de inhibiciones, frustraciones de todo tipo en individuos o personas neuróticas, auto controlados desde afuera y no desde adentro etcétera. Recuperar ese espacio vital para el humano. Volver de nuevo sobre el mito, volver a creer  en los dioses o en Dios, son cosas que parece proponernos  Lowen; pero sin embargo él es consciente de la cris ecológica  que atraviesa nuestro tiempo; quizá esto sea,  una razón de más,  para pensar que el juego del poder por el poder sea una razón perdida. Algunos hombres siempre han querido dominar su entorno; no para  ser uno con él;  sino para controlarlo, y por ende  dañarlo. A la naturaleza hay que dejarla ser; es decir permitir  que ella florezca;  dándonos un entorno, un paisaje acogedor y sano. Aprender a convivir con esta e  incluso  con los animales,  respetando cada uno su espacio;  ese debería ser nuestro lema.    

Por lo mismo toda concepción filosófica  moderna; no puede dejar de ser objetivista y ya no puede mirar al ser de las cosas de una manera desinteresada, puesto que al poner los ojos sobre el ser de las cosas  (Aquí se habla propiamente de la naturaleza) lo que desea es dominarle, tener poder sobre ella y al hacerlo destruye el objeto del cual se ha apropiado.

Tal es la hegemonía que el sr humano moderno ejerce sobre la naturaleza, sobre la sociedad y sombre el ser humano mismo; tal codas podría ser también el origen del despotismo gobernante, o hasta quizá,  el juego aparentemente inocente, de  la llamadas democracias. Intentar analizar la posición de Alexander Lowen,  a este respecto,  parece ser una empresa bastante difícil, en estos momentos para la susodicha mano que intenta  escribir y aclarar  las  ideas,  entre la brecha de cabos sueltos,  que no logro aun aprehender.

No obstante me remitiré al caso de Joan. Esta según Lowen  era una mujer bastante atractiva. La relación que había tenido con la madre no fue cálida; en su infancia la madre había sido algo así, como una estatua, la relación carecía de sentimiento, de ese sentimiento  de amor y que podría expresarse con  esta frase: Cuando uno es abrazado o abraza a un cuerpo amado, abraza al mundo y el mundo lo abraza a uno. La falta de la madre,  hizo que Joan se encerrase  en sí misma,  y como si fuera poco , el padre de Joan nunca se ocupó de ella, ni se interesó de sus cosas de niña,  etcétera;   Joan se identificó con su padre, pero él,  nunca correspondió a su amor.

“Una vez que Joan se implicó en esta situación, estaba condenada a una decepción constante. Pero tampoco era libre de dar marcha atrás… Como estatua había roto con todo contacto humano auténtico… Fue traicionada, pero también se traicionó  así misma… La traición provoca una rabia asesina en la persona, mientras que Joan solo hablaba de amor y aborrecía el odio y la violencia. Respecto a la guerra de Vietnam,  la actitud de Joan era la de una “paloma, consecuencia lógica de su e devoción al amor…” Lo que me sorprendió, sin embargo fue el vehemente ataque que lanzó  contra lindón Johnson  cuando en cierta ocasión surgió el tema de la guerra en nuestra conversación. Lo tacho de ambicioso, despiadado e insensible. La descripción cuadraba también a su padre que era  evidente que la  hostilidad  expresada  contra Johnson  iba dirigida en realidad contra aquel” Esto según Lowen páginas: 99 y 100  Lowen.



En la página 21 Lowen dice: Dice otra necesidad básica para todos los  individuos es  la libertad, sin ella es imposible la autoexpresión. Pero no me refiero precisamente a la libertad política, aunque este sea uno de sus aspectos esenciales. La cuestión es que muchos de  los ataques hechos por los movimientos  que  se oponen  al sistema    y por ende también,    cuando se señala una acción política  cuyos efectos a veces desencadenan  de manera tan  negativa como en el caso de Vietnam, la cosa no hay que tomarla tan a la ligera; no siempre son individuos descentrados los que se da cuenta de los errores cometidos en nombre de una  política que   sojuzga y aniquila.”

 Para reconocer esto no se requiere ser un revolucionario o estar implicado en algún movimiento; se requiere solamente ser  un ciudadano pensante… Sobre este asunto no voy a referirme más,  quizá mi comprensión,  sobre la  lectura de Lowen es más,  mucho más miope de   lo que yo me imagino. Cabría un  estudio más  detallado y no como este   texto,  que escribí como un  trabajo  universitario. 

Al principio sugerí amos   que el avance de la técnica y del aparente progreso es lo que ha hecho a su vez de que el ser humano;  se haya olvidado del ser de las cosas  tomándolo solamente como un algo que se utiliza en pro de fines egocéntricos.

La metafísica  que es lo que trasciende  y  que al intentar trascenderla,  se cae nuevamente en ella, casi siempre sin alcanzar el ser de las cosas,  en su esencia, no en la ceguera del reflejo. La metafísica y una biogenética del cuerpo no parecen  concebirse, en tanto la una parece partir de lo subjetivo y la otra de lo objetivo. No obstante me pregunto:

¿Pero acaso n o  es la cultura tanto lo uno  como lo otro? ¿No es pues el cuerpo lo más objetivo que existe? Ya Niesche nos lo reafirma con su filosofía  basada en la voluntad de poder.   Su filosofía es producto de la salud y el vigor del cuerpo;  algo soñado para alguien débil y enfermo quizá,  y que solo la voluntad, le dio el poder de hacer  una filosofía tal…

Para no caer en excesos raros simplemente citemos sus palabras: Recobrar la salud significa en mí,  una serie larga, demasiado larga de años. También significa a la vez  por desgracia  recaída, hundimiento, etcétera. ¿Después de esto necesito decir que yo soy experto en cuestiones de decadencia?”   “Y por ende un experto en golpear  con el martillo la roca para legislar mundos, esos mundos son la filosofía, el arte en todas sus manifestaciones. Un creador es verdaderamente alguien que tiene sentido de la realidad” Niesche hay que reconocerlo es un creador, cuya genialidad alcanza proezas inimaginables. Y volviendo pues al asunto aquel

 ¿La filosofía al partir del ser, no ya el ser de la naturaleza; no parte pues es, de  lo subjetivo? Volvamos a  Lowen quien propone  el retorno a la naturaleza; o al menos así  lo entiendo.  Citémoslo de nuevo:

  “El hombre primitivo sentía que formaba parte de las fuerzas naturales igual que ellos formaban parte de su  propio ser. Por lo tanto no podía actuar destructivamente contra la naturaleza”  etcétera 

La sociedad moderna igualmente esta sensibilizada pero a poseer, a dominar, a territorializar   y esto con sus debidas consecuencias.  Y la filosofía Nietzscheana  propone la muerte de Dios, pero en cierta forma retorna a la naturaleza; a través del devenir mismo, que es una continuidad en el pasado y el presente, que es a su vez continuidad y   Heidegger nos convoca a retomar el sentido de la pregunta, que pregunta por el ser.

 Lowen retoma a  Arnol Toynbee;  y  este piensa que las sociedades recaen no  tanto por falta de la técnica; sino por la pérdida de los valores espirítales, pensamiento con el que concuerdo; lo cual equivale para Lowen a una ruptura producida por  la disociación entre el ego y el cuerpo.

Holderlïn el gran poeta, dice que la tierra  es la morada del hombre y habla de hacer surcos en esta, lo que equivale a cavar hondo, muy hondo, para hacerla habitable  y por cierto,  la filosofía  trata  es de eso;  de cavar muy profundo. En todo este asunto como vemos la humanidad occidental  se ve,  se halla involucrada; se hace empero necesario desmasificar  al hombre, al ser humano  occidental para que este  vuelva a ocupar el sitio que le corresponde; aunque esto suponga quizá una visión edénica.  De otro lado,  la muerte de Dios nunca fue ni será una solución; todo lo contrario.

Como quiera que sea todo este asunto,  volver la mirada hacia el pasado, no es en todo caso un pensamiento pesimista; y la polémica originada por la filosofía en sus aparentes contradicciones, es a su vez,  abrazar esa unidad  misma del ser, del hombre y la mujer; en sí de la humanidad y la humanidad, el hombre no es u n ser abstracto, ni lejano; está aquí, está ahí esperando. ¿Dirás esperando qué?   

Una de las formas de avanzar en todo este asunto desatado do por filosofía y otras ciencias,   a mi modo de ver,  tendría   que ver con la conciencia y este es manifestación plena del ser  y de la vida, que se va dando atraves  de los diferentes procesos cognitivos: pero estos no solo se dan atraves de la razón; sino también como resultado de los diferentes procedimientos, de las singularidades y de la capacidad de los individuos; mujeres y hombres,  para relacionarse consigo mismos   y a su vez con el entorno que los rodea. Cabe afirmar que las experiencias vivenciales  y hasta empíricas,  son válidas  en todo este proceso cognitivo.  Esto por supuesto incluye la autonomía de los sistemas parciales autónomos y un saberse relacionar con las pasiones   del alma; algo que solo se logra en el tiempo y en un saber del tiempo emocional también en cada quien.

Sin embargo hay algo que es imprescindible señalar y es que no todo individuo es capaz de existir como individuo; es decir como un ser pensante y autónomo,  y esto por estar  implicados precisamente con el tejemaneje  que la misma sociedad impone  ¿qué hacer frente a esto? Par m como ya lo dije la cuestión radica en la educación y la conciencia ¿Pero la educación es portadora del tejemaneje de la misma sociedad;’  aun así esta es una herramienta valiosa… Tomar conciencia de ser   y además del ser, puede ampliar el potencial humano  a infinitas posibilidades; no obstante hay algo que la misma cultura   afirma y niega, entrándonos en un juego de imágenes y de  ideas y de palabras que no quieren que veamos más allá  de las cosas;   que están  dentro del mismo sistema; para ello tendríamos que ir más allá de la mera apariencia… Más allá de la mera apariencia. Si.

La diferencia entre la filosofía y el mito  radica en la Fe; la filosofía debe aprender el conocimiento, la realidad atraves del logos. La fe abraza porque es un sentimiento que penetra y aviva el fuego interior ¿empero acáso n o es todo filósofo   un hombre de fe? Y sí que lo es, por cuánto cree en sí mismo y en lo que hace…

 Pero hay otra  fe, que nos lleva aún más allá de la simple realidad a una realidad que supera incluso,  toda metafísica del ser…

Ese ser metafísico que al arribar a ese ser que hemos olvidado dentro  del pensamiento occidental  y que aunque puede sernos grato por cuanto nos hace reconocer, que el devenir del pensamiento de la humanidad,  es también el devenir de la vida que pulula en toda su plenitud; pero que yendo aún más allá; trascendiendo esos  mismos espacios;   encontramos esa  realidad  cognitiva,  que nos lleva,  a ver,  no solo ese ser, sino al verdadero ser de los seres y es no es otro que Dios, ese Dios,  que Nietzsche en su afán de superhombre;  quiso asesinar o negar, para afirmar al hombre filosófico.

Ahora bien la filosofía y las diferentes formas del arte, son auto expresiones del ser creador, omnipotente,  como tal; es decir, que todo proviene de Él; ese que el mismo sistema pretende ignora o negar. Entonces la autoexpresión  cuando es verdadera y viene de  lo esencial; es decir de  lo que Es; transforma y cambia ¿Y la transformación no es el resultado de la creación?  Valdría la pena decir que el ser humano, es por lo tanto un sub- creador,  y que tiene además libre albedrío para hacerlo.

Para dar cabida a la verdadera libertad, cabría hacer una crítica seria y en forma,  como resultado de  un  estudio profundo, capaz de cavar muy hondo, muy adentro, de  quien se dé a  la tarea…

Y ya para terminar citamos nuevamente a Soren Kierkegaard:

“La paradoja de la fe    consiste por consiguiente, en que el individuo es superior a lo  general, de manera,  que para recordar una diferencia dogmática,  hoy raramente usada, el individuo determina su relación con lo  general  por su referencia a lo  absoluto” Pagina 100 del libro temor  y temblor.   De Kierkegaard.

Beatriz Elena Morales Estrada ©

 

Arquetipos de la cultura.  Universidad de Antioquia.