martes, 20 de septiembre de 2016

UNA PERCEPCIÓN INTELECTUAL DE DIOS



                    
  
UNA PERCEPCIÓN INTELECTUAL DE DIOS

Existen algunas formas de conocer a Dios; esta  es una de ellas y la otra,  es absolutamente personal, íntima y secreta; mediante la cual,  llegas a un discernir  de la divinidad. Y  Este escrito  solo,  trata de esta percepción intelectual. 

AMOR A DIOS

Yo amo a Dios, por ser él, lo qué es, porque en su esencia, se encuentra ese acto sumo de la creación, que no es otra cosa que él amor, y éste amor es inimaginable,  más no por eso,  menos veraz. Eso, para mí, es la bondad y la frondosidad, de alguien en continuo movimiento. Ese alguien es Dios, como el padre, como el creador, que se entregó, entregándonos  a su hijo; a su unigénito,  en un acto de doble  amor.
Un movimiento, que es un darse, un entregarse; un bien sumo e inigualable. Y aquí vemos a Dios,  en la forma del hijo.    
Y también, porque él, como hijo;  ha sido capaz de trascender, en su misma trascendencia, todos y cada uno de los espacios de la materia…
 ¿Qué espacios?  ¿El dolor del desgarramiento de la carne? 
¿Ese aspecto físico, no material? ¿El dolor del  sufrimiento moral? 
¿O solo la materia, como aquello que es solo creación continúa? Y si es así ¿Esto solo le corresponde al Dios creador como tal?  ¿Y no al hijo?
Dios padre es el creador y el hijo se convierte en Dios; o mejor se hace uno con él,  por la acción de un acto…
Y es,  en ese acto sumo e inimaginable, en el que todos estos aspectos,  son asumidos por  el hijo, cuando se entregó a reparar, haciéndose a su vez acreedor y autor mismo de lo creado y por crear.
He aquí, el misterio del árbol   de la vida.
Y ese acto, es completamente espiritual; no pertenece al campo,  de lo material; sino al mundo del espíritu.
¿Cómo es que Dios ha trascendido  la materia? 
Tenemos: la materia,  lo físico sin tiente, y el campo de lo moral;  o  sea el aspecto psíquico y estos aspectos;  son fundamentales,  para entender ese campo inabarcable de lo espiritual. De  lo que se mueve,  en el mundo del espíritu. Es decir de lo que está más allá de la materia. Y sin  embargo la materia,  tomándola como la materia prima,  de la cual,  formo Dios,  el universo y todo  lo creado; es lo  material;  solo tomándola , en el  aspecto físico y moral, vemos como   ha sido trascendida,   por el maestro Jesús; cuando se convirtió  en el árbol  particular e individual, de una nueva humanidad  gestante,  por  medio del amor; de
 un padecer el amor, un sufrimiento sin igual,  que fue una donación,   para la humanidad entera. Y ese acto la supera, trascendiéndola  
  ¿Pero qué es esto?
 Desde luego, esto sucede, creo yo,
después de haberla sufrido y padecido hasta el polvo, de los polvos y claro, tenemos una máxima expresión;
y es el hecho del sacrificio, del único, entre los únicos, y ese fue, el día en que Jesús, fue puesto en la cruz por los judíos.
De manera tal, que el porvenir de Cristo, es una cosa infinita, y no hablo de repeticiones; pero si de un rostro, que alcanza el nuestro...
En todo caso,  éste hecho, que abarca hasta el último suspiro, que exhaló Cristo en la cruz, denota la física del espíritu, de éste, como redención  de un cuerpo, de un mundo, que incluso va más allá de la carne. Habría que resaltar la  muerte de Jesús, como un hecho  invaluable, de gran significación y sentido, con lo cual, el espacio entre vida y muerte desaparece, para dar paso a la inauguración de la vida; ¡He ahí el hombre!
 ¡he ahí el árbol de los árboles!
De este modo con Jesús, al donar su sangre, el espíritu retoma su centro; sus dones,  han bajado desde lo alto, para instalarse en las más hondas  raíces de la tierra y la escritura asciende, abriéndose pasó, desde el estiércol y las raíces podriditas y aunque parezca que no, el árbol de la vida, el que está situado en medio del Edén, el que guarda el misterio o el enigma, se abrirá para aquel; sí, aquel, que descubra en ese acto, lo que sólo el amor puede develar.
Quizá millones de años luz, después de que nuestros genes hayan avanzado lo suficiente y haya sido la tierra muchas tierras. Y si tenemos en cuenta,  que la serpiente se halla colgada, por su propio gusto,  de cabeza hacia abajo, ¿quién sabe cuántos ciclos más, tardemos en comprender y en sentir?…
Vemos pues como Jesús, con su acto,  se ha convertido en el ombligo del mundo y nosotros,  con nuestros genes nos hemos, ¿convertido?  ¿En qué? Bien,  es cierta esa expresión tan conocida; “porque en pecado me concibió mí madre” y si esto, es así,  ¿hemos de permanecer en esté estado? ,
 ¿Acaso es más fuerte la acción de la gravedad, o el peso de la tierra? No podemos olvidar en todo caso, que Jesús se ha hecho carne, que él es el verbo del que habla la palabra y  aunque está, habita entre nosotros, hay que procurar develar y desvelar.

 ¿PORQUE OCUPARSE DE DIOS?

Dios nos ayude a comprender,  por medio de su santo espíritu; aquello, que es esencial descubrir, en la medida, que indaguemos, que busquemos,  dentro de nosotros; ya que, aquello,  esta es en secreto, guardado, íntimamente oculto  y que solo, se nos revela, cuando miramos no, con los ojos no del cuerpo, sino del alma.
Inmenso es Dios, tan perfecto,  y a su vez tan amoral; porque  su moral,  abarca es la esfera de lo perfecto y no está sujeta,  a convenciones o condicionamientos sociales, culturales o de raza. Etcétera.  Para él., que es Dios, no puede haber conflicto. Él es el uno, perfecto e inmortal.
Y ya,  en el plano o campo espiritual  y terrenal a su vez;  se manifiesta,  también por medio de María; como mensajera  de sus designios y en ella,  se encuentra  a su vez el verbo hecho carne, la palabra, que se hizo carne y nos habita.   Siendo ella, la primera que nombro, mostró   y nos enseñó a todos,  el nombre de Jesús. Es ella,  el sagrario vivo,  que guardo  al hijo, en su vientre- universo.  Y por supuesto esta,  fue y es la voluntad de Dios. 

En todo caso, esto de ocuparse de Dios, dentro de una sociedad, que ha perdido la capacidad de oír, de ver, y hasta de sentir, y que tan sólo se ocupa de conseguir dinero fácil; esté asunto, pues, bueno, a mí, no dejan  de sorprenderme  las   enseñanzas que  el padre, creador, nos manifiesta  por medio del hijo

Pero creo que los intelectuales de la época, habría que  resaltar sólo  algunos; su ingenio para hacerse notar; podrían considerar que pensar en Dios, es de tontos y ademas es  hacerle el juego al sistema; pero ese Dios, real y existente, no tiene que ver, no exactamente con lo instituido.   
                          
  Beatriz Elena Morales Estrada ©


lunes, 12 de septiembre de 2016

 
CONVERSACIONES CONMIGO MISMA
Hace muchísimo tiempo me preguntaba ¿Cuál sería mi verdadera vocación? Y pensaba que hay cosas, que solo se nos develan con el tiempo y sentía que era necesario volver al punto, en donde la rueda de la vida comenzó a generar el movimiento y pensaba que incluso todo, debía de tener alguna justificación o explicación.
Equivocada o no; así pensaba y llegada a este punto. He sentido una gran decepción ¡Cuanta bufonería! Pero vea usted amable lector, quizás nos hemos preocupado demasiado por los resultados y hemos ignorado, los caminos tortuosos, los procesos tenaces, por los cuales, uno llega a ser lo que es; lo que cada uno es, lo que somos y en esos procesos, juega un papel muy importante las instituciones, de toda índole y claro; no podemos dejar de lado el sentido de la educación; la educación, por medio de ella se somete, a la bestia humana, se le induce al raciocino, se la somete, a la mansedumbre y en fin; atraves de ella, se no ofrece, en pequeñas cantidades, una poción que dosifica, nuestro musculo pensante.
Un jarabe dulce, que consumimos a cada instante. Bombardeo de imágenes.
Y si, ciertamente, un camino es el hombre, un sinsentido, lleno de sentido y de significaciones, tanto, de manera particular, individual, como general, en ese todo, de la humanidad…
¿Pero y que pasa con eso?
No obstante; el hombre, es un ser que se repite, en su historia, en la cultura, una y otra vez oscila en el aparente vacío de la nada; y rueda y rueda, como un arlequín, sobre un mismo punto.
Nos jactamos del progreso que genera la ciencia y la cultura, nos jactamos si, y sin embargo esta, oculta un germen, un virus que esta incubado en nuestra sangre y que esta agazapado como una hiena, detrás del brillo de las luces de neón y de los cerebros que manejan y manipulan el poder en todo mundo.
¿Cuándo se despertara nuestra conciencia?
Pare, pare ya de hablar ¿Qué cosas dice? ¿Qué pretendes con esto? Nada, tiene usted razón amble lector; me he puesto demasiado trascendental y eso, eso no es bueno, ya que hay devaneo, de materia gris en movimiento y eso, quizá, no sea precisamente lo que usted buscaba…
Por ahora esto, no es ninguna conclusión, de la que pueda jactarme; no para nada y de otro lado, en este instante, no tengo la certeza de nada, de manera, que este pensamiento se desliza, hacia un lugar del pensar, en donde el sentido de la significación, y su significante, apenas comienza su recorrido por entre peñascos, que van más allá de los sentidos y del ojo que mira en frente suyo, la imagen proyectada una y otra vez en la misma dirección …
Veo que mira usted el reloj, si es cierto, suenan las horas, como campanadas y memo apura, y nos parte en dos, y suena convertido en un silbato , quizá tan solo es una absurda locomotora, que nos llevara al río de las cosas, en donde una llama en una pequeña cueva, oscila de allá para acá y viceversa…
Pero mire usted, mi reloj, está a punto de detenerse y me parece que estoy justo a entrar en el gran silencio, no el silencio, de los silencios, no claro que no…
Y esta telaraña, que el destino ha tejido para mí, aún no concluye, por cuanto es menester, volver al punto mismo del origen. ¿Si se da cuenta? volvimos a lo mismo...
Pero señor, no se moleste; no me refiero a su destino, por cuanto es usted mismo quien lo está obstina mente releyendo y no podemos, concluir que sea exactamente, el mismo y sin embargo el alado pensamiento, que se instala en la cima de las cosas; me dice que hay algo dentro de lo cual usted y yo nos parecemos…
Beatriz Elena Morales Estrada©.


jueves, 26 de mayo de 2016

NOTAS DE BORRADOR












NOTAS:
EN LA ANTIGUA GRECIA.

PARENËTICA
Platón:
La carta séptima  VII
Cree en la filosofía.
En la raza de los puros y auténticos filósofos
Tiranía, Oligarquía, Democracia.
Tres formas de gobierno que se oponen a las tres formas de gobierno legítimas: La realeza – la autocracia y una especie de república constitucional.
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Sistema Dórico: consiste en lo siguiente
La verdadera  ciencia, el conocimiento del alma
La ciencia es un cuarto elemento
 Y en un quinto lugar,  hay que poner el objeto verdaderamente conocible  y real.
El primer elemento es el nombre  y el segundo es la definición
El tercero es la imagen: representación
El cuarto elemento es la ciencia
Tomemos un ejemplo: Circulo: nombre: expresión  de una cosa
Definición: está compuesta de nombres y verbos; aquellos cuyos extremos equidistan del centro; recuerden que el centro es el circulo;   lo redondo,  la circunferencia
Circulo: superficie plana limitada por una circunferencia
La imagen: es la forma perecedera  del objeto, de la definición
Circulo: El nombre no experimenta nada de esto.
Se llega entonces,  por el nombre a la definición, por la  definición a la imagen o a la forma que es perecedera.
Por el nombre se llega a la representación ideal  de sí mismos- Ideas compuestas
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Con estos apuntes que hice mientras leía la obra de Kant; logre  medio, medio trabajar,  ese concepto del a priori; luego no lo volví  a estudiar por razones diferentes de la vida…

OTROS:
Leyes inmutables  y eternas: Critica de la razón pura: facultad de la razón, sin la posibilidad e imposibilidad de  una metafísica.

Experiencia: Conocimiento independiente,  autónomo

METAFÍSICA: Determinación de sus fuentes, extensión, límites y principios
Metafísica: Rectificación de principios,  examen público y libre, la razón y su puro pensar.
Hasta donde puedo llegar con la razón, desde el instante en que me fueran sustraídos toda la materia de la experiencia y su conocer:
 La certeza  que debe ser confiscada; prólogo prefacio.
Conocimiento a Priori: La certeza que debe ser confiscada 
Necesario. A priori medida de toda certeza apodíctica (Filosófica)
Indagación de la facultad llamada entendimiento y que son a la vez  la  investigación, que según Kant, determinan las reglas y los límites de su empleo: Capitulo dos de la Analítica  trascendental; deducción de los conceptos puros  del entendimiento.
Trabajo  dividido en dos partes:
1) Los  objetos del entendimiento puro  y trata de hacer comprensible el valor objetivo de sus conceptos a priori: Razón principal del asunto Kantiano.
2) Considerar el propio entendimiento puro en su posibilidad  y las facultades de conocer, sobre las cuales descansa:
 Relación subjetiva; pagina 124- 
¿De conocer y hasta donde,  puede entenderse ese conocimiento?  
La facultada de pensar es el efecto de la indagación de un efecto dado
¿Cuál es ese objeto dado?  ¿Son la razón y el entendimiento?
Deducción objetiva
Deducción  subjetiva
Pagina 124:
1) Discursiva lógica (Conceptos)
2) Claridad intuitiva (Estética)

METAFÍSICA: Absoluta, perfecta y acabada. La perfección solo puede arreglarse ¿acaso en base a un método
 ¿La didáctica?
Pero con una condición,  que esta posteridad no puede aumentar en lo más mínimo el contenido metafísico plantado por Kant. La investigación Kant
La metafísica Ciencia:
Conocimiento sistemáticamente ordenado de: mediante  la razón pura: Conocimientos compuestos únicamente de conceptos puros  o sea sin la experiencia  y sin ninguna intuición particular. (Página 26)
Beatriz Elena Morales Estrada  © Copyright


domingo, 15 de mayo de 2016

ACERCA DE LA OBRA DE ARTE

                                        
                                               
   
                                                      ACERCA DE LA OBRA DE ARTE
                                  (Breve ensayo, acerca del pensamiento de Blanchot)
“Quien se consagra a la obra es atraído hacia el punto en que esta se somete a la prueba de su imposibilidad “
En este  sentido lo que quiere decir Blanchot es que  Rillke: concibe el arte como experiencia.
 Pero esa experiencia no es el recuerdo de lo vivido, sino que es olvido, olvido que es también silencio, contacto con el ser.
Vuelta al origen, un recomenzar,  que en la plenitud del silencio se hace de nuevo palabra. La palabra que es comienzo, la primera palabra de un  verso. 
La experiencia lo es en cuanto a la muerte misma, en cuanto lo  es también,  frente a la posibilidad de lo que no se alcanza.
 La experiencia se convierte en el olvido; en ese olvido  se produce  la metamorfosis  del ser, metamorfosis que es a su vez,  la vida convertida en la nada, en experiencia de la nada, mediante el olvido de si, del ser, y en ese olvido  del ser,  brotan entonces,  las primeras palabras que son auroras cotidianas en la nada misma de lo incesante.
                                   “Escribir para poder morir, morir para poder escribir “
Solo puede morir quien es capaz de  morir contento. La  experiencia también lo es, en cuanto a la muerte misma, en cuanto lo es,  a lo que no se alcanza; por más cercano o próximo  que se encuentre. La experiencia se convierte olvido, y es allí mismo en donde se da la metamorfosis del ser. La cercanía con  la muerte, metamorfosis, que es  a su vez la vida convertida en la nada, en la oscuridad terrible del comienzo originario de la palabra  y la palabra se tiene aquí,  como el comienzo del  ser, en pleno…
 Y es aquí, en donde se escucha también,  el canto de las sirenas, aquel canto que implica un riesgo, algo en lo que no se debe caer, puesto que es a su vez,  aquello que obstaculiza la obra.
 El canto de las sirenas y el silencio que  tiene en común el abismo, Ambas son en sí,  el abismo, en donde las palabras desaparecen.
En donde la música que suena invita  a un a la desaparición, a un  desaparecer;  por lo mismo su canto que lleva a al olvido, lleva también a la región neutra, en donde la música incluso desaparece, dando paso a  algo que podríamos llamar un encantamiento, por cuanto,  hay alelamiento, no obstante  la palabra apropiada es; a la fascinación. El canto de las sirenas, es pura fascinación,  es el canto de la muerte, es la fascinación de la infancia y por lo tanto del espejismo.
La fascinación de la música lleva,  es al fascinación  de la imagen,  quedando postergado en sí;  aquello que es veras para la obra… 
Y esta fascinación de la imagen, lleca a su vez a la fascinación del lenguaje; estado en el cual, creo,  nos encontramos muchos de nosotros, bajo la cobertura del lenguaje, en el encantamiento de lo efímero…
El canto de las sirenas  y el silencio son también la invitación a correr ese riesgo  y ese peligro de quedar atrapado en la fascinación; que se da al haber caído  ya,  en la región,  de la neutralidad del lenguaje y de la imagen. La imagen deviene lenguaje y el lenguaje deviene a su vez en imagen, o sea una cosas lleva a la otra.   Entonces de  o  que se trate aquí,  es también acerca de la obra de arte, que continuamente va girando en un círculo. Para Blanchot,  el arte, tiene un objetivo; él es su propio objetivo, o sea el arte mismo.  
No un simple medio de ejercer el espíritu; él es el espíritu,  que no es sino obra.
 La obra es la indeterminación  inexistente, de una obra no realizada.   La imposibilidad que tiene el artista  de morir con la obra; él es ya un hombre muerto, incluso  aún mucho antes de la obra misma.
 “Quien escribe la obra es apartado, el que escribe la obra, el que la escribió es despedido; quien es despedido además no lo sabe.
Esa ignorancia lo preserva, lo distrae, autorizándolo a persevera en la obra misma. El autor nunca sabe si la obra está hecha”  Así el que persevera, solo puede escuchar lo incesante, lo que nunca se callara, porque pertenece a la región neutra del lenguaje; la obra de arte es la dulce voz que incita al olvido y que somete a quien la escucha a una vagancia eterna…La obra misma es el espíritu, el espíritu mismo es la obra. Así ese  círculo, en que continuamente está girando la obra de arte,  es la prueba de su indeterminación, la certeza de la imposibilidad de la obra  y a su vez la certeza  de la imposibilidad que tiene el artista, frente al dominio aparente que le da la obra misma. Lo que el artista escribe es a su vez,  la inexistencia de la obra misma.
Porque la obra no existe, así  de sencillo,  es una cosa inacabada. 
Y ante lo cual el artista,  desaparece para dar cabida a la obra; la obra es quien despide, expulsa,  al artista, lo condena a la eterna  errancia.
La voz que habla en la región neutra del afuera, en donde esa voz no es el, no es nadie; es el habla incierta. La experiencia de la que hablaba Rillke al comienzo del texto de Blanchot, se convierte para Becket  en la experiencia que lo condena a un  círculo  oscuro e inextinguible; más no carente de sentido.
 Aquí ya no se trata de escribir, dentro de una acción del arte dentro del mundo, Aquí ya quien escribe es una “mano enferma” que no busca ninguna finalidad  y que obedece solo a la exigencia de la mano que lo empuja a segur cayendo en lo interminable. Es el visajero que siempre estará afuera, errante, fuera de toda posibilidad en el mundo, aquel que la obra misma expulsa a la inacción, al  des- obrar.  Aquí no se escribe por el placer  o por la inspiración, no hay un compromiso con el arte, solo una mano que no se puede detener y que lo lleva siempre al origen mismo; es la priva de la imposibilidad de la obra.
La obra que nunca se realiza. También esa acción  inexistente es el acontecimiento mismo del ser; y a su vez  el origen  en donde se produce el relato.
  El acontecimiento del relato,  es el origen de la fascinación misma de la palabra. La literatura no pertenece a nadie, no habla directa en el lenguaje; hay solo la extraña lentitud de una mano que se mueve en la sombra. La literatura no es el habla de nadie, ni el dominio de un escritor, que escribe para cerciorase de  lo que escribe.
 La literatura es el encuentro con lo imaginario. En donde las palabras son voces neutras e impersonales que hablan desde el origen de las cosas mismas.
 “Las palabras deben andar mucho tiempo, andar lo suficiente para borrar sus huellas y sobre todo para borrar la presencia  autoritaria  de un hombre,  dueño de lo que  debe decirse”

 En una palabra el escritor solo es un medio para que la  obra se manifieste  así misma. 



sábado, 19 de marzo de 2016

Irving Stone Página 796 PASIONES DEL ESPÍRITU









Irving Stone
Página 796
PASIONES DEL ESPÍRITU


“Ante todo no perturbes nunca el sueño del mundo”  Hebbel
Me salvé  de la amargura por una circunstancia que no   suele acudir en ayuda de todos los descubridores solitarios; estos generalmente se atormentan por la necesidad de explicarse la falta de simpatía o la aversión  de sus contemporáneos  y sienten que esta actitud está en dolorosa contradicción con la seguridad de sus propias convicciones.
 Yo no hube de sentir esto, pues la teoría psicoanalítica   me permitía comprender el comportamiento de mis contemporáneos como una consecuencia necesaria de fundamentales premisas analíticas.
Si era cierto que resistencias internas de tipo afectivo   impedían que los pacientes mismos conocieran la serie de hechos que yo había descubierto, luego esas resistencias habían de aparecer también en la gente sabia, a veces una comunicación exterior les obligaba a ver lo   que estaba reprimido.


BEATRIZ ELENA...