¿LA GENÉTICA?
LA BESTIA (La marca)
Llamamos bestial (la bestia) a un sistema, llámese como se
llame capitalista, comunista, izquierda o derecha, que en su totalidad, parcial
o local, actúa de manera violenta, (Abuso de poder) cruel e infame, maltrato a
los indefensos , a los que se encuentran bajo el imperio de otros (hombres y
mujeres violentas e impías, sin Dios, ni ley) que actúan, en contra de los más
desposeídos, de los más inocentes, de los perseguidos, de los que no tienen
voz; para apoderarse de los bienes de otros, a la fuerza, a la verraca.
Decimos también, que el ser humano, trae consigo, la marca
de la bestia, la trae consigo, en su naturaleza instintiva, en sus genes; un
psicoanalista, podrá hablar de pulsiones; empero, en este párrafo, prefiero
seguir hablando, de una naturaleza cruel y malvada.
Y entonces, es posible, que la bestia mayor, (El sistema)
esté gestando en su seno, bestias feroces, que desean a toda costa, destruir la
paz y la tranquilidad de todo un país.
Pero a nivel planetario, no es que, sea menos el riesgo, aun
cuando este, ya está al revés. ¿Y porque? Porque, quizás, una bestia mayor
lleve a la destrucción a el mundo.
Pero en verdad a nivel " consciente" , se da una
naturaleza malvada, cruel e infame, valga la redundancia que trabaja a favor de
la bestia (el sistema) pero a nivel particular y general existe en nosotros,
una naturaleza primaria e impulsiva, ciega (la marca) (Son las emociones
negativas) que parecen determinarnos a veces; puesto que nos llevan a tener un
comportamiento inadecuado e irracional, dado que en un segundo podemos destruir
a otros y a las cosas que amamos, e incluso a nosotros mismos. ¿Por qué se
escribe esto? ¿Para qué? Porque es necesario, que como personas, como sujetos
de pensamiento, intentemos racionalizar estos comportamientos. Aunque parece
difícil, no es imposible. 1) El primer paso es, tomar conciencia de esto y
poner un alto, e intentar frenar, detenernos al instante de ser salvajes…
Y de otro lado, desde un punto teológico o bíblico nos
encontramos con esta frase; que dice,” Que el número de la bestia es número de
hombre, mas no de ángel” y en realidad vemos, que así es, actuamos como bestia,
mas no como ángeles; es decir que la misión de la humanidad es levantarse, es
quitarse esa marca bestial, para llegar a ser seres angélicos, seres de luz y
seres de mucho amor. En otras palabras, más y mejores seres humanos.
En verdad a muchos esto, les puede resultar desagradable y
desde luego, hasta podríamos poner el grito en el cielo; eso de darnos cuenta,
que desde el punto de vista, antropológico e incluso de la teoría darwiniana,
descendamos del mono, del simio y de que estos, sean nuestros hermanos,
nuestros parientes más cercanos ¿Y no es así? Miremos como actuamos, cuando nos
ven y cuando nadie nos ve, la violencia, la tortura, las violaciones, los
feminicidios, los asesinatos y tantas, tantas, tantísimas atrocidades, de laxa
humanidad a lo largo y ancho de la historia humana.
Se trata entonces de que miremos un poco, estas cosas y las
pensemos, las re-pensemos y tratemos de hacer algo al respecto, tanto a nivel
personal, como general, incluso para poder tener una mejor convivencia, con los
otros; nada ni nadie, está diciendo que tenemos que ser perfectos, “solo
basta”, reconocer en nosotros la oscuridad, esa naturaleza impulsiva que
llevamos adentro y el tratar de poner un alto…
Bueno, desde el punto de vista filosófico; me voy con este
filósofo que me agrada; Soren Kierkegaard, quien dijo lo siguiente: “En el
mundo del espíritu el que no trabaja no come pan”
Y en el otro lado, el polo opuesto, tenemos a el filósofo,
Federico Niesche, que nos dice: más o menos así: que el nuevo filosofó el que
consideraba como el superhombre; es un hombre que camella, solo rescato, y hago
énfasis, solo rescato, en este momento, de este último, esta palabra; Camello,
camellar, para ser un verdadero filósofo, hay que camellar, en el mundo del
pensamiento se requiero eso, y el mundo espiritual, requiere eso y para ser
mejores seres humanos, tenemos que trabajar…
El universo, Dios, la naturaleza humana y animal, nos traen
consigo un mensaje a diario, todo, todo absolutamente todo, nos está llevando a
un cambio sistemático y planetario.
El espíritu de Dios nos dice, aírate, enójate, pero no estes
enojado más de lo necesario.
Esto para ser una humanidad mejor.
Y aparte, para no molestar a los psicólogos, digamos
entonces: Que Tenemos que ganarnos el título, de verdaderos seres humanos, de
verdaderas personas y en sentido bíblico, miremos como podríamos, elevar
nuestras alas, en pos de una verdadera evolución hacia, ese ser divino que nos
habita.
Beatriz Elena Morales Estrada @ reservados todos los
derechos. 🤔
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