viernes, 1 de diciembre de 2017

ALGO QUE DEBERÍA LLEVARNOS A LA REFLEXION MAS NO A LA DESOLACIÓN





ALGO QUE DEBERÍA LLEVARNOS A LA REFLEXION MAS NO A LA DESOLACIÓN 

La tierra toda, se mueve frente al látigo de la desolación y ha sido lanzada al precipicio abrupto de ares, tal y como se lanza al aire, el grito de guerra. Guerra entre hermanos, guerra entre países, guerra como exterminio total, guerra como autodestrucción y muerte en nombre de un dios, que no es el Dios creador, porque un furor de locos los embrutece, enlodando el nombre del que es…
Guerra en nombre del y para el poder y este, sería lo que equivale a decir autocontrol dominio y perseverancia en el mal; tal es la magnitud, de una situación, que parece agravarse cada vez más.
Guerra para alentar la codicia y las ansias de dominar al mundo a la humanidad, todo nuestro entorno. Quizá, en un futuro no lejano, la tierra como planeta se precipite al abismo de la iniquidad del hombre por el hombre…
Y no se necesita ser un profeta para saberlo, y dada la gravedad del asunto, es que necesitamos pensarlo y repensarlo.
Para muestra un botón; hasta la misma naturaleza, pareciera ponerse en nuestra contra ¿Por qué? Todo lo que estamos viviendo, viendo; en el mundo hay demasiadas personas sufriendo; bien sea por x o y situación y por cierto, eso produce desazón en nuestras vidas, pero no será la primera vez , estos acontecimientos han agobiado a la humanidad desde siempre; lo que sucede, es que, hay momentos en que pareciera ser, mas execrable, el comportamiento humano, tanto a nivel general, como individual.
Violaciones de niños, feminicidios, una cosa y la otra, barbaries en todos los sentidos y el surgimiento de líderes que en lugar de generar expectativas buenas, siempre están es sembrando la separación entre nosotros, con ideas equivocadas de odios y de racimos extremos y otros en cambio, se escudan es en la falsa apariencia de ser buenos gobernantes, y tratan de tapar el caos y la destrucción, que emana de un sistema injusto, donde a veces, solo se imponen a sangre y fuego, la corrupción impera, en todos los estamentos gubernamentales, dinero y poder, dinero mal habido a costa de lo que sea, de la sangre derramada y del dolor causado a los demás, sin impórtales nada, de nada y termino con esta pregunta
¿Debemos por tanto perder la esperanza y la fe? Sería bueno, que reflexionáramos sobre estos asuntos, sin miedo y sin temor.
Beatriz Elena Morales Estrada © Copyright
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