Ensayo acerca de la filosofía.
Un
intento breve, de hermenéutica o sea de
interpretación.
Cuadernos
de borrador
“… Porque es cierto que llegar a ser interesante o tener una
vida interesante, no es una labor que el arte industrial pueda resolver; es un
privilegio funesto, que como todos los del espíritu, sol ose paga al precio de
profundos dolores”
Kierkegaard
(Primera parte)
Asignatura: Arquetipos de la cultura
Acerca de la filosofía
Hace ya milenios que la historia de la filosofía
sentó las bases del pensamiento occidental; con la pregunta que
interroga por el sentido del ser; y que vuelve a retomar de nuevo Martin
Heidegger. ¿Qué es el ser en cuanto tal?
Pero que la metafísica al dirigir la mirada hacia los entes ha perdido de vista el ser mismo, por lo cual
Martin Heidegger hace un llamado
intentando transcender la metafísica… Se hace necesario escuchar la pregunta
hecha por Parménides de Elea; y recogernos en el puro pensar de lo pensado para
corresponder al don mismo….
Pero este intento de
desplazarnos de la ratio, de los entes al ser mismo y con miras a un posible
futuro; que responda aquí y ahora, de los entes, sin el olvido del ser, parece ser cosa
imposible de lograr; máxime cuando occidente se ha empapado de una
tecnología que acrecienta el progreso
de la humanidad, creando así “Nuevos
Mitos” Son estos “Mitos Nuevos” los que parecen desligarnos del pasado; y en
tanto nos alejamos también de un camino ya trazado ; nuestras vidas se
encuentran obnubiladas por el desenfreno y la locura de imitar imágenes que
nos son dadas desde el exterior, condicionando así, la vida de muchos seres “ a un deber ser” sacrificando así la
individualidad en aras de una causa; la sociedad y su
vana apariencia.
Una causa estaría muy
bien, si esta causa sirviera a su vez, de verdadero alimento a la
individualidad de los seres. Entonces la causa social e individual; no
estaría lejos, la una de la otra.
La filosofía como actividad del espíritu que impulsa
a la humanidad es una causa
real y la naturaleza creadora del humano,
se manifiesta a atraves de la
conciencia. Una sociedad verdaderamente enraizada, es motivo a su vez, de que sus miembros tengan los pies bien puestos
sobre la tierra.
La filosofía ha
nacido precisamente, por una búsqueda
del ser humano, en su afán de encontrarle a su existencia sobre el planeta,
unas bases sólidas, que garanticen su
estadía sobre el planeta que pisa.
Y la filosofía no
justifica, una de las ramas una del
pensamiento cognitivo de la humanidad; la bioenergética que sitúa, al ser humano, dentro
de la naturaleza; haciéndole recuperar
su animalitus; es decir que el ser humano es un animal más; pero es por
excelencia la especie dominante. (Esto no es nuevo; viene con la teoría del
evolucionismo de Darwin, que género a su vez el pensamiento de Marx, el cual
desarrolló una filosofía en torno al ser humano como ser social, etcétera) Dice: “El poder no nos ha dejado ver la
realidad de nuestra existencia, vemos al mundo como algo sometido a nuestra voluntad y a nuestro esfuerzo consciente, olvidando
por completo, el hecho de que dependemos
de esta tierra para nuestro bienestar y nuestra existencia, y hemos adoptado la
misma actitud con respecto a nuestros cuerpos”
Según Alexander
Lowen, el poder tiene sus raíces en las creencias o en los dogmas y
tienen mucho que ver con la experiencia histórica de la humanidad y por ende
pertenece más al plano de lo consciente,
de lo que interroga por un significado,
y según también la falta de seguridad obliga
a aferrarse a creencias…
Sin embargo el tiempo
ha demostrado que las inseguridades en
el ser humano, nada tienen que ver con las creencias o con los dogmas;
el ser humano siempre se sentirá
inseguro, en frente a la grandeza de un ser,
que desconoce, y en frente a la
vida misma, por cuanto tiene que
enfrentar a lo largo y ancho de su
vida un
cierto destino y en frente, a un universo que le parece desconocido,
y gigante; aun cuando,
se han hecho algunas exploraciones. Como sea, se siente pequeño, ante lo
desconocido. Nada obliga al ser
humano, a aferrarse a algo, salvo lo que
está en el mismo; en el adentro.
La lucha por el poder,
es el resultado de la perdida de la
seguridad, de la humanidad en sí
misma y pertenece por ende a una falsa
imagen de la humanidad, es algo externo, impersonal al individuo mismo. Pero la
fe, es la posibilidad que tiene el individuo, ante la vida misma. Ella es puro
sentimiento que expande por decirlo así, la energía que va de los pies a la
cabeza equilibrando el centro.
La pérdida
de la fe; es la razón verdadera, de que la historia de la humanidad desemboque en guerras y cuyo motivo es la
lucha por el poder. El ansia de poder. Las civilizaciones declinan cuando
pierden el sentimiento de la fe y no por el factor técnico; en todo caso
el declive es el desligamiento que se
tiene con el pasado de un pueblo. A la pérdida de valores espirituales. Los
pueblos, los individuos se derrumban. (El mundo griego es otro tema a tratar)
La lucha
por el poder, por territorializar, mina la capacidad creadora de un pueblo, de los individuos; esto lo
reconoce Lowen citando a; Arnol Toynbee,
lo cual significa que la lucha por el poder es
también la pérdida espiritual que se tiene con el cuerpo; es el
resultado de un ego inflado… Este aspecto de Lowen resulta sumamente
interesante y la filosofía ha tenido su
oponente en uno de los filósofos más oponentes hasta ahora, según Friedrich Nietzsche: “La historia de occidente, es una historia de desagrado, ya que en el
momento que surge la metafísica en Grecia es un momento de decadencia de la
vitalidad y el pueblo griego se ha
debilitado internamente y no se siente seguro en el mundo real” Ya que ese mundo real ha sido suplantado según
él por una fábula que empezó con Platón…
La cultura como él la ve, ha sido producto de una mente enferma; “Ellos” desesperaron del cuerpo… Un cuerpo débil,
crea así mismo una cultura débil.
“Lo que
Zaratustra quiere; esa especie de hombre
que concibe la realidad tal como ella es.
Es suficientemente fuerte para hacerlo; no es
una imagen de hombre extrañada, alejada de la realidad, es la realidad misma,
encierra todavía en sí, todo lo terrible y problemático de esta, solo así puede
el hombre tener grandeza…”
Lo que
Alexander Lowen nos propone sin embargo es una vuelta al pasado, un
reconocimiento de que la conservación de los viejos valores es lo que puede
mantener en cierta forma el equilibrio
de la especie; él nos dice: El hombre primitivo era en cierta forma como un
niño, vivía en términos de su cuerpo, estaba profundamente inmerso en el presente
y era muy sensible a todos los matices
del sentimiento. Su ego estaba aún identificado con su cuerpo y sus
sentimientos”
De manera
que todavía no se había dado esa disociación entre el ego y el cuerpo. A través
del cuerpo el hombre primitivo se
autoesxpresaba; tenía el sentimiento, el alma regada por todo su cuerpo. La vida misma estaba manifestada
allí, más que pensar en este momento, si
el mundo de las ideas era la realidad suplantada al mundo del cuerpo; lo más
importante es mirar como el mundo de la ideas puede hacerse tangible, en tanto
es la idea misma el cuerpo danzando atraves de los siglos; en tanto ambos son
la expresión de la vida que contiene en
si la multiplicidad y la unidad…
Y realmente
aquello que separa al hombre del superhombre, esta solo a unos cuantos pasos,
el secreto consiste en saber descubrir
cuál es el juego, pero el juego no es el
juego del poder, sino un escuchar la música,
expresión del alma y manifestarla
atraves del baile del cuerpo. Ser danzarín, se llega a ser danzarín y
entonces se llega a descubrir que se es humano, demasiado humano y la divinidad
se encierra, en el vigor de la mano que
aprieta el martillo sobre la madera y la mano que aferra también sobre sus dedos
el lápiz, que fecunda y legisla mundos.
Lowen ha
sido claro en afirmar que la disociación entre el ego y el cuerpo resultado de una negación de la realidad ha dado pie para generar el
pensamiento científico. La ciencia tiene un campo de objetos frente a si y
asume una actitud objetiva y teórica
ciñéndose únicamente al ser de los objetos. La actitud del filósofo ha sido
parecida a la actitud el científico.
¿La
filosofía es un saber solamente de lo objetivo? Digamos que el hombre, el ser
humano como tal, tiende a establecer relaciones entre las cosas que
ve; y la diferencia entre el mito y la filosofía se da precisamente en la fe…
(Aquí
cabría desentrañar el tipo de relación
que podría o no, existir entre la
fe y el mito.)
La
filosofía ha dudado siempre. El logos es la superación del mito más no de la
fe.
Este paso
del Logos al mito es el surgimiento de la m metafísica.
Todo
pensamiento antes de ser, es un impulso
que podríamos llamar de energía e información y toda forma de conocer es válida
siempre y cuando exista una
conciliación de las partes en discordia y la realidad del pensamiento objetivo. No consiste solamente en tomar
distancia del objeto y aprehenderlo por
el solo hecho de la experiencia. La realidad también consiste en saber que
somos una continuidad de todo aquello que fue en el pasado yeso que fue en el
pasado es lo que fluye en nuestras venas. Tal como lo piensa Lowen el sentimiento de fe, es la
realidad que fluye y converge
hacia una unidad de la especie, la fe es
para él la fuerza vital que fluye dentro de cada persona.
Pata la
filosofía lo planteado por Lowen puede llegar a convertirse en una
antropología filosófica y a la vez, en
toda una mística del cuerpo; así el
mismo Lowen titubee ante esta última afirmación. Pero para mí, ese no sería el problema fundamental, es
sabido que cuando al medio día, solemos
mirar hacia arriba al sol, que alumbra este con sus rayos nos enceguece y nos
impide ver a veces con claridad, y para occidente el sol del mediodía está
brillando hace mucho tiempo, nublando
nuestra vista y encandilando nuestra mirada, en tal forma que cuando miramos
hacia los lados, las imágenes se traslucen en sombras oscuras y quizá solo veamos el reflejo, de aquello que en verdad es; y lo que ha enceguecido, la mirada del hombre
de occidente es su permanente fijación en lo aparente , mira
solo el reflejo, y lo que de este
se desprende. Sus aspectos externos.
Lo aparente. Es lo que creo.
Algo que
podría encerrar muy bien el pensamiento de Lowen; sería el pensamiento de
Kierkegaard, y no para un aspecto, sino para una mirada más amplia de lo
planteado; aunque de diferente manera,
por ambos, cada una en su forma y contenido.
Este pensamiento recoge algo de ello:
“Si la importancia de la vida reside en
un aspecto externo, no tiene nada que
decir, y todo lo que diga no es sino vana charla, por lo cual debilita, únicamente debilita la impresión que da de sí
mismo… Cuando ese ceremonial trágico le
ordena cumplir la tarea en silencio;
consiste ello en una acción o en un sentimiento”
Lo
planteado por Lowen tiene su validez, él
intento situar al hombre, al ser humano en un espacio vital; espacio vital que
se ha perdido precisamente cuando la humanidad quiso olvidarse de su pasado; y
ese pasado está relacionado con la
concepción mítica de la realidad; situar
al ser humano en la realidad, es
enraizarlo en su medio, en su hábitat natural; ese hábitat natural del humano
es la naturaleza; (que por cierto en estos tiempos ha sido tan golpeada) y en
ese espacio, la madre juega un papel muy
importante …
Dado que el
contacto del niño con la naturaleza, es
el contacto del niño con la madre, el
hecho de que un niño tenga una buena relación con la madre, facilita a
su vez, que los individuos de ambos
sexos; tengan una mayor capacidad de ubicación en sus
vidas…
Para él,
esa ubicación dentro de lo natural, es
lo que puede ayudar a superar cualquier tipo de depresión y el ser humano puede aprender a sentir de
nuevo el placer que le produjo el contacto con la madre. Lógicamente esto es válido para una relación
más amplia, e incluso a otros niveles…
La cuestión
es esta; la falta de ese contacto infantil
degenera en el adulto en forma de inhibiciones, frustraciones de todo
tipo en individuos o personas neuróticas, auto controlados desde afuera y no
desde adentro etcétera. Recuperar ese espacio vital para el humano. Volver de
nuevo sobre el mito, volver a creer en
los dioses o en Dios, son cosas que parece proponernos Lowen; pero sin embargo él es consciente de
la cris ecológica que atraviesa nuestro
tiempo; quizá esto sea, una razón de
más, para pensar que el juego del poder
por el poder sea una razón perdida. Algunos hombres siempre han querido dominar
su entorno; no para ser uno con él; sino para controlarlo, y por ende dañarlo. A la naturaleza hay que dejarla ser;
es decir permitir que ella
florezca; dándonos un entorno, un
paisaje acogedor y sano. Aprender a convivir con esta e incluso
con los animales, respetando cada
uno su espacio; ese debería ser nuestro
lema.
Por lo
mismo toda concepción filosófica
moderna; no puede dejar de ser objetivista y ya no puede mirar al ser de
las cosas de una manera desinteresada, puesto que al poner los ojos sobre el
ser de las cosas (Aquí se habla
propiamente de la naturaleza) lo que desea es dominarle, tener poder sobre ella
y al hacerlo destruye el objeto del cual se ha apropiado.
Tal es la
hegemonía que el sr humano moderno ejerce sobre la naturaleza, sobre la
sociedad y sombre el ser humano mismo; tal codas podría ser también el origen
del despotismo gobernante, o hasta quizá,
el juego aparentemente inocente, de
la llamadas democracias. Intentar analizar la posición de Alexander
Lowen, a este respecto, parece ser una empresa bastante difícil, en
estos momentos para la susodicha mano que intenta escribir y aclarar las
ideas, entre la brecha de cabos
sueltos, que no logro aun aprehender.
No obstante
me remitiré al caso de Joan. Esta según Lowen
era una mujer bastante atractiva. La relación que había tenido con la
madre no fue cálida; en su infancia la madre había sido algo así, como una
estatua, la relación carecía de sentimiento, de ese sentimiento de amor y que podría expresarse con esta frase: Cuando uno es abrazado o abraza a
un cuerpo amado, abraza al mundo y el mundo lo abraza a uno. La falta de la
madre, hizo que Joan se encerrase en sí misma, y como si fuera poco , el padre de Joan nunca
se ocupó de ella, ni se interesó de sus cosas de niña, etcétera;
Joan se identificó con su padre,
pero él, nunca correspondió a su amor.
“Una vez
que Joan se implicó en esta situación, estaba condenada a una decepción
constante. Pero tampoco era libre de dar marcha atrás… Como estatua había roto
con todo contacto humano auténtico… Fue traicionada, pero también se
traicionó así misma… La traición provoca
una rabia asesina en la persona, mientras que Joan solo hablaba de amor y aborrecía
el odio y la violencia. Respecto a la guerra de Vietnam, la actitud de Joan era la de una “paloma,
consecuencia lógica de su e devoción al amor…” Lo que me sorprendió, sin
embargo fue el vehemente ataque que lanzó
contra lindón Johnson cuando en cierta ocasión surgió el tema de la
guerra en nuestra conversación. Lo tacho de ambicioso, despiadado e insensible.
La descripción cuadraba también a su padre que era evidente que la hostilidad
expresada contra Johnson iba dirigida en realidad contra aquel” Esto según
Lowen páginas: 99 y 100 Lowen.

En la
página 21 Lowen dice: Dice otra necesidad básica para todos los individuos es
la libertad, sin ella es imposible la autoexpresión. Pero no me refiero
precisamente a la libertad política, aunque este sea uno de sus aspectos
esenciales. La cuestión es que muchos de
los ataques hechos por los movimientos
que se oponen al sistema
y por ende también, cuando se
señala una acción política cuyos efectos
a veces desencadenan de manera tan negativa como en el caso de Vietnam, la cosa
no hay que tomarla tan a la ligera; no siempre son individuos descentrados los
que se da cuenta de los errores cometidos en nombre de una política que
sojuzga y aniquila.”
Para reconocer esto no se requiere ser un
revolucionario o estar implicado en algún movimiento; se requiere solamente
ser un ciudadano pensante… Sobre este
asunto no voy a referirme más, quizá mi
comprensión, sobre la lectura de Lowen es más, mucho más miope de lo que yo me imagino. Cabría un estudio más
detallado y no como este
texto, que escribí como un trabajo
universitario.
Al
principio sugerí amos que el avance de
la técnica y del aparente progreso es lo que ha hecho a su vez de que el ser
humano; se haya olvidado del ser de las
cosas tomándolo solamente como un algo
que se utiliza en pro de fines egocéntricos.
La
metafísica que es lo que trasciende y que
al intentar trascenderla, se cae
nuevamente en ella, casi siempre sin alcanzar el ser de las cosas, en su esencia, no en la ceguera del reflejo.
La metafísica y una biogenética del cuerpo no parecen concebirse, en tanto la una parece partir de
lo subjetivo y la otra de lo objetivo. No obstante me pregunto:
¿Pero acaso
n o es la cultura tanto lo uno como lo otro? ¿No es pues el cuerpo lo más
objetivo que existe? Ya Niesche nos lo reafirma con su filosofía basada en la voluntad de poder. Su filosofía es producto de la salud y el
vigor del cuerpo; algo soñado para
alguien débil y enfermo quizá, y que
solo la voluntad, le dio el poder de hacer
una filosofía tal…
Para no
caer en excesos raros simplemente citemos sus palabras: Recobrar la salud
significa en mí, una serie larga,
demasiado larga de años. También significa a la vez por desgracia
recaída, hundimiento, etcétera. ¿Después de esto necesito decir que yo
soy experto en cuestiones de decadencia?” “Y por ende un experto en golpear con el martillo la roca para legislar mundos,
esos mundos son la filosofía, el arte en todas sus manifestaciones. Un creador
es verdaderamente alguien que tiene sentido de la realidad” Niesche hay que
reconocerlo es un creador, cuya genialidad alcanza proezas inimaginables. Y
volviendo pues al asunto aquel
¿La filosofía al partir del ser, no ya el ser
de la naturaleza; no parte pues es, de
lo subjetivo? Volvamos a Lowen
quien propone el retorno a la
naturaleza; o al menos así lo entiendo. Citémoslo de nuevo:
“El hombre primitivo sentía que formaba parte
de las fuerzas naturales igual que ellos formaban parte de su propio ser. Por lo tanto no podía actuar
destructivamente contra la naturaleza”
etcétera
La sociedad
moderna igualmente esta sensibilizada pero a poseer, a dominar, a territorializar y esto con sus debidas
consecuencias. Y la filosofía Nietzscheana propone la muerte de Dios, pero en cierta
forma retorna a la naturaleza; a través del devenir mismo, que es una
continuidad en el pasado y el presente, que es a su vez continuidad y Heidegger nos convoca a retomar el sentido
de la pregunta, que pregunta por el ser.
Lowen retoma a
Arnol Toynbee; y este piensa que las sociedades recaen no tanto por falta de la técnica; sino por la
pérdida de los valores espirítales, pensamiento con el que concuerdo; lo cual
equivale para Lowen a una ruptura producida por
la disociación entre el ego y el cuerpo.
Holderlïn
el gran poeta, dice que la tierra es la
morada del hombre y habla de hacer surcos en esta, lo que equivale a cavar
hondo, muy hondo, para hacerla habitable
y por cierto, la filosofía trata
es de eso; de cavar muy profundo.
En todo este asunto como vemos la humanidad occidental se ve,
se halla involucrada; se hace empero necesario desmasificar al hombre, al ser humano occidental para que este vuelva a ocupar el sitio que le corresponde;
aunque esto suponga quizá una visión edénica.
De otro lado, la muerte de Dios
nunca fue ni será una solución; todo lo contrario.
Como quiera
que sea todo este asunto, volver la
mirada hacia el pasado, no es en todo caso un pensamiento pesimista; y la
polémica originada por la filosofía en sus aparentes contradicciones, es a su
vez, abrazar esa unidad misma del ser, del hombre y la mujer; en sí
de la humanidad y la humanidad, el hombre no es u n ser abstracto, ni lejano;
está aquí, está ahí esperando. ¿Dirás esperando qué?
Una de las
formas de avanzar en todo este asunto desatado do por filosofía y otras
ciencias, a mi modo de ver, tendría que ver con la conciencia y este es
manifestación plena del ser y de la
vida, que se va dando atraves de los
diferentes procesos cognitivos: pero estos no solo se dan atraves de la razón;
sino también como resultado de los diferentes procedimientos, de las
singularidades y de la capacidad de los individuos; mujeres y hombres, para relacionarse consigo mismos y a su vez con el entorno que los rodea. Cabe
afirmar que las experiencias vivenciales
y hasta empíricas, son
válidas en todo este proceso
cognitivo. Esto por supuesto incluye la
autonomía de los sistemas parciales autónomos y un saberse relacionar con las
pasiones del alma; algo que solo se
logra en el tiempo y en un saber del tiempo emocional también en cada quien.
Sin embargo
hay algo que es imprescindible señalar y es que no todo individuo es capaz de
existir como individuo; es decir como un ser pensante y autónomo, y esto por estar implicados precisamente con el
tejemaneje que la misma sociedad
impone ¿qué hacer frente a esto? Par m
como ya lo dije la cuestión radica en la educación y la conciencia ¿Pero la
educación es portadora del tejemaneje de la misma sociedad;’ aun así esta es una herramienta valiosa…
Tomar conciencia de ser y además del
ser, puede ampliar el potencial humano a
infinitas posibilidades; no obstante hay algo que la misma cultura afirma y niega, entrándonos en un juego de
imágenes y de ideas y de palabras que no
quieren que veamos más allá de las
cosas; que están dentro del mismo sistema; para ello
tendríamos que ir más allá de la mera apariencia… Más allá de la mera
apariencia. Si.
La
diferencia entre la filosofía y el mito
radica en la Fe; la filosofía debe aprender el conocimiento, la realidad
atraves del logos. La fe abraza porque es un sentimiento que penetra y aviva el
fuego interior ¿empero acáso n o es todo filósofo un hombre de fe? Y sí que lo
es, por cuánto cree en sí mismo y en lo que hace…
Pero hay otra
fe, que nos lleva aún más allá de la simple realidad a una realidad que
supera incluso, toda metafísica del ser…
Ese ser
metafísico que al arribar a ese ser que hemos olvidado dentro del pensamiento occidental y que aunque puede sernos grato por cuanto
nos hace reconocer, que el devenir del pensamiento de la humanidad, es también el devenir de la vida que pulula
en toda su plenitud; pero que yendo aún más allá; trascendiendo esos mismos espacios; encontramos esa realidad
cognitiva, que nos lleva, a ver,
no solo ese ser, sino al verdadero ser de los seres y es no es otro que
Dios, ese Dios, que Nietzsche en su afán de
superhombre; quiso asesinar o negar,
para afirmar al hombre filosófico.
Ahora bien
la filosofía y las diferentes formas del arte, son auto expresiones del ser
creador, omnipotente, como tal; es
decir, que todo proviene de Él; ese que el mismo sistema pretende ignora o
negar. Entonces la autoexpresión cuando
es verdadera y viene de lo esencial; es
decir de lo que Es; transforma y cambia
¿Y la transformación no es el resultado de la creación? Valdría la pena decir que el ser humano, es
por lo tanto un sub- creador, y que
tiene además libre albedrío para hacerlo.
Para dar
cabida a la verdadera libertad, cabría hacer una crítica seria y en forma, como
resultado de un estudio profundo, capaz de cavar muy hondo,
muy adentro, de quien se dé a la tarea…
Y ya para
terminar citamos nuevamente a Soren Kierkegaard:
“La
paradoja de la fe consiste por
consiguiente, en que el individuo es superior a lo general, de manera, que para recordar una diferencia
dogmática, hoy raramente usada, el
individuo determina su relación con lo
general por su referencia a lo absoluto” Pagina 100 del libro temor y temblor.
De Kierkegaard.
Beatriz
Elena Morales Estrada ©
Arquetipos
de la cultura. Universidad de Antioquia.