martes, 15 de enero de 2019

EL MAESTRO secuencia 1 y EL MAESTRO Secuencia 2





                                                      EL MAESTRO secuencia 1

Y un día,  un sabio se paseaba, en compañía de sus discípulos,  por los alrededores de una universidad  barrial y elocuente;   de repente, una nube tórnanse grisácea, a lo lejos, la ciudad  se divisaba ¡Maestro! ¡Maestro!  Dijo el impetuoso y más cercano  de entre los discípulos; mire, aquellas otras nubes se han vuelto también oscuras; es cierto dijo el maestro, siempre mirando con dulzura a su discípulo, le pregunta ¿Tú qué opinas Maico de  esas nubes,  que se propagan en el mismo color o sentido? Maestro, que pronto caerá la lluvia y fertilizara a la  tierra o  la destruirá según  la situación.
 Los otros discípulos escuchaban atentamente y entonces el maestro, mirándolo con infinita ternura le dijo; tienes razón hijo mío y deberemos aprender también, que así como las nubes pueden influenciar a otras; aunque estas se derivan de una totalidad  fenoménica o ambiental, relacionada con la temperatura de un lugar específico o de un sentido climático tal; nosotros llevamos  adentro  algo que padecemos  y que en su mayoría  lo transmitimos a los demás, bien sea consciente o inconscientemente y por eso,  es menester , que lo que trasmitamos a los demás y según sea la ocasión,   sea algo, que en lugar de contaminar a los demás, de ensuciar sus  vidas, sea algo que les deje  una enseñanza o simplemente,  los motive a seguir viendo la vida, desde una manera o modo  más positivo, de un modo  más sano.
Otro de los alumnos respondió; fresco maestro que todo va bien. Este lo miro  y le sonrió con el infinito en sus labios y en sus ojos; mientras otro de ellos dijo y si no  nos apresuramos parce maestro, nos va a caer tremendo vendaval. El maestro, aceptó con un movimiento de cabeza, pero antes de ponerse en camino dijo:
 Y recuerda, recuerda Maico y ustedes mis amados  discípulos,  que la fortaleza,  de la fuerza no es la fuerza, no,  es el amor, solo este último da  a la fuerza, resistencia  para seguir caminando, para seguir   transmitiendo lo que es.

Viejo parce maestro;  creo que eso del amor,  está mandado a recoger,  porque no podemos amar a todo el mundo; porque pasa, que en nuestros corazones esta la doble faz; es decir que tanto el día como la noche nos habitan  y con una voz melancólica,  el maestro dice;  tienes razón de nuevo Maico

 Y así, de ese modo,  ellos siguieron su camino, hasta encontrar una fonda, que los albergara del frío y de la lluvia que arreciaban. Solo el maestro susurraba; no del todo Maico; no…




                                                 EL MAESTRO  Secuencia 2

Y cuando estaban en la fonda o sea en la tienda, tomando tinto y al  fragor de las voces, que se hallaban reunidas en el lugar; uno de los discípulos le preguntó ¿Maestro parce es el destino un devenir o es el devenir un destino?
 El maestro parpadeó; lejos de lo que muchos pudieran pensar, no siempre tenía todas  las respuestas; a veces estas,  sólo surgían,  después de un proceso de  masticar y masticar  y masticar…
  Si parce maestro; sabemos que Heráclito, o al menos eso,  es lo que hemos oído decir; que este comparaba al devenir con la flema de una llama, que al observarla fijamente,  suele moverse de un  lado hacia otro.
Es decir,  siempre está poniéndose en movimiento; hay una constante en el todo  y solo se detiene,  cuando se apaga  la flema…
Hay también un estado,  al que podremos llamar la inercia; que es algo así,  como un  golpe,  que te lleva en cámara lenta,  hacia un lugar x o y dentro del mismo movimiento, es  también como que tú,  permanecieras en el tiempo, de tu espacio,  subyugado por un alelamiento tal,  que parece detenerte, pero realmente no es así… 
Y necesitas que alguien,   te saque de allí,  por lo general,  es el mismo andar,  quien te jalona, respondió la parce Mariela, que estaba entre sus discípulos.  
Hijos mío,  el fuego es como el alma y este permanece,  en tanto  está permanece,  avivada  por  el juego, que la lleva ahora aquí , ahora allá,  en constante conflagración,   de manera tal,  que el destino es devenir,  en tanto este,  es movimiento y al ser  movimiento, se convierte en destino y ese destino,  es movido por el alma. ¿El alma?  ¿Y el azar y el destino?  Estos suelen juntarse,  en uno solo, en tanto el azar no  existe, no necesariamente, en cuanto,  algo maravilloso,  puede sucederte, la dicha efímera del  instante, por ejemplo; es algo,  que te saca de tu rutina  o de la inercia, en  la  que estabas, que puedes ser efímera,  si y no, eso depende…
Y lo que quiero decir,  con respecto al alma; es que en ese movimiento de lo que,  en esta instancia llamamos devenir  o el movimiento y  de este,  como el destino; es la manera o el modo en que   ella asume  la situación; si tal y  según cómo afronta  el caos de toda esos movimientos. Arguyó  la parce Mariela.
Y así permanecieron en silencio mientras cesaba la tempestad.  Sus almas entraron en un mutismo cargado de melancolía; la lluvia,  el frío arreciaba…

 @BEATRIZ ELENA MORALES ESTRADA

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